Una canción dice "Las cosas que nunca tuve. Son tan sencillas como irlas a buscar. "
Hay sueños que se quedaron en ilusión por no salir a conquistarlos. Hay esfuerzos que no estrenamos por la comodidad de quedarnos en la comodidad. Hay sonrisas que postergamos por el hecho de fingirlas frente al espejo de la imaginación mientras le tomamos fotos y con ella nos conformamos. Total pura ilusión. Todo sueño requiere una acción, toda promesa una actitud. Un sueño que no tenga dificultades para lograrlo deja de ser un sueño. Pero como los sueños dependen de nuestra actitud de conquista, estos se convierten en cosas sencillas, tan sencillas como levantarnos, enfocarnos, animarnos, ser Valientes y esforzados, constantes y perseverantes, manifestando nuestra capacidad con una diligencia extrema. La pereza es una manifestación de negligencia, capaz de robarnos y destruir nuestros sueños sin contemplación alguna. Postergar lo que debemos hacer para conquistar los sueños, es conformarme un día más con la cómoda incomodidad que preparan los temores para hospedarme en cuartos de rutinas con techos de estancamiento y aire acondicionado de resignación. La pereza es un pensamiento que se aloja en nuestra mente con espejismo real de que todo lo que tienes es lo que necesitas y no vale la pena ir por más. La buena noticia es que nosotros tenemos control de nuestros pensamientos, en la medida que reforzamos nuestra mente con literatura y conferencias edificantes, motivadoras y activadoras del pensamiento positivo. Es nuestra decisión postergar lo que anhelamos. Dejarlo para mañana es no dar prioridad a ese sueño. Restarle importancia implica que no te amas, o simplemente no fue un sueño. Cuida de que no sean los miedos o la pereza los agentes que operan para robar tus sueños. Tú eres capaz de alcanzarlos, Dios te hizo a su imagen y semejanza, y te creó con un propósito. El mismo Jesucristo confirmó que nosotros haremos cosas mayores a las que él hizo, si creemos en él. Así que si cumples un sueño tendrás un árbol de vida, pero como humanamente siempre tenemos un nuevo sueño que conquistar, al no postergarlos, tendremos un bosque maravilloso plantado para el disfrute nuestro y el de otros. Las cosas que aún no alcanzas son sencillas de alcanzar pero debes activar el entusiasmo y motivarte tú mismo con Fe en Dios, para alcanzarlas. Hoy es un buen día para comenzar.
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