sábado, 24 de diciembre de 2016

PERSISTE EN AMAR.NO TE RINDAS

Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Romanos 5:8

Un norte busco con esta palabra, y es que, vuelvan a su primer amor. Que refresquen nuestra esencia cristiana de amar sin limites, ni condiciones. 

Hay una tendencia entre cristianos que se enfrenta a la actitud de Jesucristo. A los cristianos nos encanta estar reunidos entre cristianos. Grupos de amistad, células, congregación y otro tipo de compartir; son los sitios, lugares o momentos cómodos que buscamos para reunirnos, y no está mal. El problema es la tendencia a acomodarnos tanto que dejamos de ejercer la comisión de llevar el evangelio y hacer discípulos. La palabra dice que somos luz y sal de la tierra, pero imagínense un saco de sal aislado en un almacén ó bodega, te pregunto: ¿es sal?  Claro que es sal! Ahora, ¿está ejerciendo su función, esa sal? No!, porque su función es preservar, dar sabor, proteger o conservar. Es decir, es distinta a la sal que está en ó sobre el queso ó pescado. Igual ejemplo con la luz, haríamos un estadio de la cantidad de claridad por las luces unidas y aunque se retire una, la iluminación permanece, pero, es distinta una antorcha iluminando el camino de alguien, pues esta ultima esta ejerciendo su función. Como cristianos tenemos, pues esa función. 



Estamos rodeados de mucha gente que no conoce a Dios, y Dios es Amor. Es decir, estamos rodeados de gente que no conocen a Jesucristo, el verdadero Amor. Son ellos precisamente, nuestra oportunidad de ejercer la función ó el propósito al que hemos sido llamados.


Cuando no conocíamos a Jesucristo nos reuníamos en familia y entre amigos y hacíamos cosas no agradables a Dios por ignorancia, hasta que Cristo cambio, para bien y mejor, nuestras vidas. Pero, ¿qué pasa con los familiares y amigos que aún permanecen en ignorancia? 
Cuando visitamos a esas personas o compartimos con ellos y vemos que muy poco han cambiado desde que decidimos seguir a Jesús, comenzamos a sentirnos incómodos, fuera de lugar, pues, nos ofrecen licor, nos envían mensajes obsenos, chistes de doble sentido, bailes subidos de tono, chismes, entre otros.  Entonces, cometemos el peor error: "Nos retiramos de ese ambiente tóxico!" y salimos corriendo a resguardarnos en el saco de sal, en el estadio de luces ó en el templo ó lugar de congregación; cuando debemos recordar y practicar que el amor todo lo puede, es sufrido y todo lo tolera. 
Nos retiramos, cuando debimos quedarnos,  solicitar un refresco, borrar las imágenes, omitir los chistes, no bailar. Dios lleva a los portadores de esperanza exactamente a donde no hay esperanza, ubica a los sanadores justamente donde hay enfermos, ubica luz donde hay tinieblas y donde hay sinsabores coloca la sal. 

Jesús no rechazaba, él fue rechazado, pero su amor es inmenso y sin fin. Nosotros decidimos seguir a este "rechazado" sin embargo nos da temor a ser rechazados. Hermano a pesar de los rechazos, de las traiciones y ofensas no te rindas de amar, persiste con tu familia, con tus amigos, a pesar de las burlas. Jesucristo lavó los pies de un Judas que en pocas horas, él sabia, que lo entregaría. 

La gente tiene necesidad de saber que son amadas, por Jesucristo, por medio de nosotros. La gente oculta su dolor tras el licor, la fiesta, los chistes obsenos; y nosotros debemos permanecer allí, sin contaminarnos, atentos a identificar, con la ayuda del espíritu santo, la necesidad y el vacío de esa gente, para en el momento oportuno mostrar primeramente nuestra buena amistad y el amor que reposa en nosotros por nuestro Señor Jesucristo. 

La religiosidad no es útil, ella te afana a querer llevar a empujones a alguien a un templo evangélico, y como casi siempre la respuesta es negativa o te prometen ir y no van, entonces juzgamos y condenamos a esas personas y dejamos de visitarles. La religiosidad no nos permite amar porque en ella no hay amor.
No pierdas la oportunidad de reconciliar tus relaciones y fortalecer, con la ayuda de Dios solicitada en oración. Persiste en amar como lo hizo Cristo, quien aún en la cruz fue capaz de orar al Padre: "Padre perdónalos, porque no saben lo que hacen".  

Permite que el Amor verdadero nazca en el corazón de tus familiares y amigos, así como nació y permanece en ustedes. No teman ser rechazados ó avergonzados, pués Dios mismo pondrá la palabra en sus bocas. 

En amor, 
Pedro Reyes