miércoles, 11 de febrero de 2015

En busca de las Perlas


"También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas, que habiendo hallado una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró."
Mateo 13:45-46
Cada día oyes y lees mensajes relacionados con alcanzar el éxito. Este éxito generalmente apunta  hacia abundancia de dinero y posiciones personales. Pero, ¿qué de lo espiritual? ¿Acaso no es necesaria la paz para disfrutar y compartir con alegría los frutos de ese éxito? Se sabe de mucha gente exitosa y adinerada que no es feliz, que no lo fueron y que atentaron contra su propia vida. ¡Que importante es Dios para todos los seres humanos!

 Dios debe ocupar el primer lugar de nuestros éxitos, pues Él es quien nos da el poder para hacer las riquezas. Si queremos hallar a Dios, debemos hacer como el Mercader de la parábola. Observa:
1) Busca esa perla fina que Dios tiene para ti. Llama y se te abrirá. Dios es diligente para mostrarte sus bendiciones oportunamente.
2) Identifica o distingue lo mejor de lo bueno. Examina las cosas y escoge lo mejor. Siempre debes ir por lo mejor. No te conformes con la “golilla”.
3) Haz espacio en tu vida. Desecha de tu vida las cosas que no son productivas, cosas viejas y malos hábitos. Saca el vestido o el saco viejo del closet, Dios quiere darte ropa nueva. Rompe con relaciones que no suman a tu vida. Si sacas las cosas buenas para abrir espacio ¿cuánto más las cosas malas? Así pues que cuando halles la perla fina, habrá lugar en ti para colocarla.

 4) Debes estar dispuesto a pagar el precio.  Las riquezas jamás te darán la felicidad permanente. Jesús contó la siguiente parábola a sus discípulos:

"Entonces vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna? Él le dijo: ¿Por qué me llamas bueno? Ninguno hay bueno sino uno: Dios. Más si quieres entrar en la vida, guarda los mandamientos. Le dijo: ¿Cuáles? Y Jesús dijo: No matarás. No adulterarás. No hurtarás. No dirás falso testimonio. Honra a tu padre y a tu madre; y, Amarás a tu prójimo como a ti mismo. El joven le dijo: Todo esto lo he guardado desde mi juventud. ¿Qué más me falta? Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, anda, vende lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven y sígueme. Oyendo el joven esta palabra, se fue triste, porque tenía muchas posesiones".(Mateo 19:16-21)

Es incomprensible que alguien que tiene muchas posiciones esté triste como este joven.
Cuando Dios te pide, es porque quiere darte más de lo que te pide que dejes. Necesitamos abrir espacio para recibir de Dios. El Mercader estuvo dispuesto a pagar el precio, pero el joven rico no!. Sé tú como el mercader, imítale.

Es cierto que la salvación es gratis, pero Dios tuvo que pagar un alto precio (Juan 3:16), porque tú eres una perla muy valiosa para Dios. Busca la perla fina, el reino de Dios y su Justicia (Mateo 6:33) y al Espíritu Santo: "porque el reino de Dios no es comida ni bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo." (Romanos 14:17).

Es decir, en el Reino de Dios no solo alcanzas el éxito y la prosperidad, sino que la disfrutas tú y tus familiares; pero además bendices a otros.
Para  Reflexión: Cuando entregas todo lo que tienes en la tierra a Dios, él te dará todo lo que tiene en el cielo para ti. No te encadenes a lo temporal y efímero, apégate a lo eterno.

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